La tormenta no cesa (PARTE II)

Melancólico y nostálgico crónico en pleno Agosto,
cuando las curas suelen ser más comunes,
aunque no exista antídoto que cure
las tristezas más durables e incurables.

Los perros ya se han escondido
de la tormenta que fulmina con rayos
las ilusiones de los humanos, solo
expectantes de no acabar siendo animales.

La tormenta rebota con fuerza y
una pequeña gota de lluvia se ha colado
en la ventana, abierta esperanzada
para captar alguna inocencia en esta vida.

Perdóname por decaer otra vez, esta vez,
bajo las teclas del piano, incansable
que cura poco a poco las desgracias
del sonido de las vidas más irascibles.

©Roberto Zarco.
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