La Semillita (A Florencia)

Nunca ha crecido nada por mera casualidad
toda acción precede a otra, y ninguna fue primera,
solo (quizás) Dios, sin su trono y sus alturas,
no requirió de cuerda para actuar.

De esta manera creó el sol y la tierra
las montañas y los mares que bañan sus faldas.
Los claros de luna y los solsticios,
al hombre, a la mujer y a la naturaleza.

Así entablaban relación el Aire con la Tierra,
se amaban en secreto y se frotaban cariñosamente,
erosión que soportaba cada jugarreta del Viento,
elemento que transportaba la vida de un lugar a otro.

De este modo sembraba a sus hijos el Aire
a lo largo de su extensa y agotada amante.
soportaba la Tierra el peso de la crianza,
aunque él no se apersonaba sino para mecer unas cuantas hojas.

Cansada la madre, recibió una hermosa Semilla
prometía ser una flor como ninguna otra
solo necesitaba amor y cuidado, requería de atención.
El Viento nunca sería capaz de hacer algo así.

El padre es errante, vaga entre lomas.
Toma las corrientes y admira los paisajes,
no puede asentar cabeza junto al suelo
solo quiere mecer pétalos y hojas, acariciar a sus hijas.

Tierra y Aire entran en confrontación,
Flor quiere crecer e iluminar el mundo,
la graciosa Semilla es el mejor proyecto de ambos
pero el Viento solo arrancará sus hermosos petalillos.

La Tierra llora por el vacío que deja el Viento,
observa a Flor crecer sin el Aire que necesita
pero él siempre tiene algo que hacer,
su ambulante naturaleza lo aleja de la Semillita.

Flor es el centro de esta historia
Aire y Tierra son meros secundarios
La trama es triste y poco luminosa
Pero el origen de todo esto no es otro que el Amor.

 

Semillita que se aferra a pesar del aire ausente,
me parece una metáfora excelente, muchas veces
se ha de limitar el crecimiento en cualquier ámbito
por culpa de un tercero.
Es un gran poema, me ha sido muy grato leerlo.
Un saludo para ud.

 

Gracias por leerlo, me surgió a raíz de un caso muy cercano, y esta fue mi manera de exteriorizar lo que de verdad pensaba al respecto.