La rutina del placer

El mundo está al revés pero yo no tengo ganas de enderezarlo,
el ciempiés se pone sus botas de navegante
y cada día sale a desalar el mar con su lengua de trapo,
con hilvanes de viento pretendemos amarrar a puerto
nuestro barco de papel como si con ello fuéramos a entender
cómo y por qué a pesar de cambiar todo sigue igual,
el paraíso tiene el rostro operado y el pago a su cirujano
fue su magia, el aire convertido en ceniza
cubre los recintos sagrados donde antes solíamos encontrar sustento para nuestra fe,
pero el mundo está al revés,
esto ya lo dije antes, y no por repetido
la lluvia del desengaño deja de caer
sobre la rutina del placer que tenía nuestra piel
como escamas de lagarto,
y ambos sabemos quién tiene metidos los pies en este barro.

 

Líneas profundas,esenciales y serenas ...buen poema ... un abrazo

 

Me gusta esas palabras mágicas en esas frases fieles que dicen la verdad de este planeta tan opulento y ocioso.