La playa de las gaviotas salvajes

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La playa de las gaviotas salvajes,

ahí donde el paraíso guardaba los dinosaurios.


Ahí, en el almacén donde el nirvana aún guarda la luz,

segundo planeta ascensor, yo vivo ahí.


Mis fantasmas no sé dónde quedaron.

Ya no caben, quizá quiera que sientan celos.


Gaviotas salvajes, ahí está mi esencia.

Y todavía es un poco demasiado.


He venido a la playa

Porque mi cuerpo tiene formas de olas.

Soy mar el mar que no se detiene, no tengo paredes,

mar adentro tengo mucho espacio,

ese vacío que tanto te estremece.


Entre huracanes de silencio

salitre en los labios

me enfermo de sueños

cuando piso en el aire

trasoñando entre nubes.


No tengas miedo,

ninguna duda te protege.


Yo vivo aquí.

Sube a la barca

o nómade ven en lenta flotación.


Me verás, te verás.


Disuélvete,

entra en mí,

vives dentro.

…

..

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Jesús Soriano

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Pretencioso y ostentoso, pero ¡ Bravo ! Si eres el Mar, porque así lo sientes, tu sinceridad es bella. Efectivamente, hay gente parecida al Mar. No se puede evitar. Hay de todo, en la viña del Señor. ¿ Mar, o cielo ? ¿ Nubes con barriga ? ¿ Campo a través ? ¿ Cómo eres tú ? ¿ Una casa solariega ? ¿ Una casa sosegada ? ¿ Un templo religioso ? ¿ Un barco velero ? Hay muchas formas.