LA PERFECTA OBRA DE DIOS.

LA PERFECTA OBRA DE DIOS.​

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De pronto el iracundo sol quemó mi cuerpo
deshidratado y con hambre sucumbí ante sus brazos,
desdoblado volé hacia lo alto y ahí me vi
un lamentable y pobre humano.
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¡Que pequeño soy Señor! lo reconozco​

soy la nada misma y me creo tanto​

basta solo con que muevas un dedo,y esta esfinge ​

cae como polvo y se esparce por el suelo.​

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¡Como pude Señor, ser tan ciego!​

que no logré ver mi verdadera imagen en el espejo,​

y en este estado de descomposición me lamento​

es tarde ya, no me regalarás mas tiempo​

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¡No soy nada Señor, nada soy ante tu poderío!​

a un gusano me asemejo buscando alimento​

pero tú te apiadas de mí y haces que me nazcan alas,​

embelleces mi imagen ante los ojos altivos.​

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Me retuerzo en el crisol, se me escapa la vida​

y es por amor que me provocas estas heridas.​

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El gusano ya no es gusano si no mariposa​

en tus manos se obró la metamorfosis divina.​

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Vuelvo a la tierra pero esta vez en otro cuerpo,​

descubriendo que el humano nunca será perfecto.​

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Mónica.​

Ruth Mónica Muñoz R.​

Derechos de autor.​

Chile.​