La pequeña Aurora (Una madre llora por su hija)

Aurora tenía doce años, hija única, huérfana de padre,
cabello oscuro, tez pálida, ojos claros y dulce mirada,
crecía rodeada de ternura que le prodigaba su madre,
¿qué mas podía pedir?, si no le faltaba nada.

Si, Aurora era feliz, viviendo en su pequeño paraíso,
era aun niña, pero alguien la miro como mujer.
aquel que le quito la inocencia, brutalmente y sin permiso,
ella con alma de niña, se sentía fallecer.

Ella de alma tan limpia, sufria deseando morir,
el, de alma sucia, huyo y nadie le ha vuelto a ver,
su madre le dice" Aurora, abre quiero consolarte"
y Aurora no abría la puerta, eso le hizo estremecer.

No podía imaginar que Aurora haga algo drástico,
ella tan niña, ella tan dulce, no quiero verla llorar,
es tan pequeña, aun juega con su muñeca de plástico,
y ese mal recuerdo, de su mente quisiera borrar.

La madre le pregunta “Cielo, ¿Qué puedo hacer por ti? "
"no eso no ¿cómo me pides que te ayude a morir?
pídeme algo razonable, ¿qué mas quieres de mi?
la niña no responde, ¿o es que acaso no puede oír?

"Que tumben la puerta, rompan las paredes!,
no escucho su voz, no la oigo moverse!
"Aurora, mi niña, contéstame si puedes!"
pero que terrible es lo que ahora esta por verse.

Su frágil cuerpo yacía en el frió suelo,
junto a ella un frasco de pastillas vació,
parecía la imagen de un ángel en vuelo,
había desesperación y angustia en el corazón mío.

Pero de repente ella movió su pequeña mano,
"llamen al doctor, sálvala dios mío”
"la niña esta viva, mi ruego no ha sido en vano”
"arrópenla, parece que tiene frió"

Aurora aun vive, pero en estado de coma,
como un vegetal, en sueño permanente,
no llora, no se mueve, ningún gesto en su rostro asoma,
su madre le toma la mano y le da un beso en la frente.

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Un año ha pasado, aurora cumple hoy trece años de vida,
pero la pequeña sigue en la cama, inmóvil y pálida
para su madre, la esperanza no esta perdida,
pues su niña es su joya mas querida.

Esa noche la madre sueña con aurora,
la ve pidiéndole ayuda, que le ayude a morir
su madre se niega, su madre llora,
"hija, yo quiero que vivas, quiero verte sonreír”

A la mañana siguiente, la enfermera entra a la habitación
sorprendida nota que aurora no respira, ha muerto,
su madre recibe la noticia muy serena, sin exaltación,
con la sabana, lentamente el rostro le ha cubierto.

El funeral es silencioso, a todos la tristeza ha embargado,
Aurora yace dentro del ataúd con una rosa en el pecho,
tenía una vida por delante, y esta se ha cortado,
ahora su madre no llora, pero tiene el corazón desecho.

Por la noche la cocinera grita, visiblemente asustada,
"señora, señora, a la niña la he visto en el jardín, jugando"
"estas loca, debes estar desvariando, tonta criada"
"la vi., estoy segura que la vi, hasta la escuche cantando".

En su habitación la madre, pensativa, se cubre del frió con una cobija,
recuerda a su niña, se suelta el cabello y peina sus canas lacias,
de repente escucha una dulce voz, "madre soy yo, Aurora, tu hija"
"madre tengo que irme ya... solo he venido a darte las gracias"

 

Agradezco tu comentario Corazòn, de verdad es muy importante para mi, un aliciente a seguir.

 

My triste versos, una historia con tal esencia que atrapa,
un gusto leerte lindo.

 

Que bueno que te haya gustado esta historia, y te agradezco tus comentarios, gracias por leerme