La noche

El día llegó la luz en su amanecer inquieto,
Olvida siempre todo lo hecho durante el día porque sino acabará siendo una pesadilla,
Llego la luna en tus abrazos persiguiendo esa hermosa ardilla,
La oscuridad es locura porque se llega en su pelaje de tormento,
La nocturna profecía de la vida es como una salvación en lo indignado,
Y como una dulzura en lo escrito tal en lo hablado todo y cuando seguir estando un pasaje de panorama abierto,
Olvida te de lo inesperado porque si llega asustara a ti y a tu alrededor infinito,
Escribe los párrafos del uno al diez y sorprenda te por el Sol inmenso, habita me en lo querido que fue aquello lo justo de su profundo atardecer producido.
Las estrellas brillan y lucen durante toda la madrugada,
Desde que oscurece hasta que vuelve a salir la mañana con Sol de aprecio,
Aludido por los recuerdos de la mariposa, arrebatando mi espeso celebro perdido por un local de madrugada que nunca paró sus luces de contrapartida,
Cura lo profundo y lo antes superado en un atardecer que acaba siendo próximo por el cortijo,
Trepando en unos sueños dulces u horribles y consiguiendo la perdida de su antepasado granjeo con una mano por delante que es la principal y otra al detrás que es la final,
Llega me cuajada mía con su dulzura al atardecer, propone me lo ingenioso a un profundo conocer,
Arreando que se va el tren, si esperas mucho se te va el coco y bienvenido sea la noche de la vida al parecer,
Elige me que soy el dueño de un lugar llamado sierra,
El viento persigue la atardecer piadosa con el máximo trueno de los escabeches caminando por la playa de madrugada conyugal.
Arriate al encima y viendo el camino acaba siendo lo trucado e arenado,
Coge me subliminal mensaje de la noche que por el día enviado estarás para un cielo sagrado,
Y arrepintiendo se de lo lejano arrebatando nunca empeores que seguirás siendo el regalo de una noche triste.
Viva la paz en una noche de dulzura y consiga el imperfecto de lo perfecto caducado rehílan yuyal.
Desprecia me por su dolor incomprensible y aojare sus hojas sangrientas que no hablan pero sienten un paz inolvidablemente imposible por esta humanidad irreprimible,
Llega se allí por donde mi corazón vaya esa noche que acaba siendo repartible y temible.

 

Maravilloso.saludos.

 

Muchas Gracias Sebastian,
Un saludo