La necedad del ser

Como pueden tus tontas palabras en un
momento derribar todo lo recientemente
edificado, ¿cómo pueden tus imágenes idiotas
Imponerse cada noche?

Los pensamientos nefastos los construyes
con realidades ajenas, fantasías inútiles
llenas de estos momentos incómodos,
cuando te subes en tus tacos y me acusas
de tus delirios.

Como puedo explicar escenas que tu creas en tu
mente, como puedo argumentar lo que yo no he
escrito.
Sólo tú puedes hablar por mí y por ti y declarar
palabras gruesas que sólo me alejan de ti.

Yo tengo de tus palabras llenos mis baúles
y sólo consigo recordar pasados muertos
en tus mismas líneas, en tus argumentos
y en la necedad de tu ser que no logra comprender
las cosas.

La violencia en el verbo, la inseguridad alojada
En tus labios y en tus nefastas palabras que
sólo sorprenden y violan un espacio que no merece
esta vejación, que no provoca tus fuegos irracionales.

Como si fuera responsable de todo, hasta de tus
imágenes creadas con tu pincel de destrucción,
con tu intención apocalíptica y mortal. Con tus
extraños monstruos que alojan en tus pantanos
históricos.

Yo no puedo yo no soy uno más de tus seres mitológicos
que abrazan el fuego o detienen los rayos , yo soy
mortal y humano creyéndome dueño de tus dones
que conviertes en quimeras paranoicas llenas de
distancia y de olvido y de encierro forzado por
esperar que en tus colinas emerja el sol.


​

No te imaginas la serpiente que has invitado a
nuestro hogar, no mides las consecuencias de
tu pecado mortal, solapada tras las cortinas
habita el vil animal que terminara con mis luces
y las tuyas. Sin pensar la dejaste entrar y actuar
de acuerdo a su esencia, vil serpiente que me muerde
con esas palabras que das.

Nuevamente bienes con tus argumentos cansados
tratando de lavarte la cara y parecer incólume de
tus mismos dichos , como si yo fuera una roca que
no entiende y ahora por fin me callo porque no
quiero reflotar las heridas eternas y sólo
guardo silenció ante una más de tus puestas en
escena
de siempre .
​