La muerte del Monstruo (Parte II)

Esta es la historia de un Monstruo
Que por sí solo podía destruir el mundo entero... Pero no lo hizo.

Era un Monstruo que había perdido las esperanzas
Era un Monstruo que había perdido su corazón
Las migajas en su pecho eran solamente un réquiem
Un réquiem que le recordaba lo que se sentía estar solo.

El Monstruo se sentó, inerte y sin ganas de caminar,
Cuando por fin pudo conocer a un ser ciego,
Un Ángel ciego.

El Ángel no podía ver que el Monstruo era un Monstruo y nada más
No era bueno ni malo, simplemente era un Monstruo… y nada más
Un Monstruo no puede ver el bien de un Ángel
Un Monstruo es un Monstruo… y nada más.

El Monstruo quería seguir al Ángel,
Pobre Monstruo no sabía que los Monstruos no llegan al cielo,
Aquel Ángel se sintió intrigada por aquel ser
Pobre Ángel no sabía que los Monstruos son Monstruos y nada más.

Un Monstruo por definición contamina almas y lleva putrefacción
Fue eso todo lo que un Monstruo pudo ofrecer
Y el Ángel pensó que podía con el…
El Ángel era ciego, no podía ver que un Monstruo es un Monstruo…

Lentamente con el tiempo, El Monstruo aprendió mucho del Ángel
Aprendió que las palabras se ganan su significado
Aprendió que al haber perdido su corazón no tenía nada que ofrecer
Aprendió que amar no significa decirlo sino demostrarlo y
Aprendió que la verdad es la mejor manera de hacerlo
Aprendió que la rabia no es la manera de arreglar los problemas
Aprendió que cuidarse a uno mismo es poder cuidar a alguien más

Por otro lado lentamente con el tiempo, El Ángel perdía su vida…


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Estremece, conmueve, líneas bellísimas de un poema sobresaliente.