La hipoteca de mi vida

En sueños, te he visto caer y tu te aferrabas a mí,
como un clavo ardiendo, besabas a mis heridas y a las coincidencias;
mientras que tus escasas palabras vuelven a delatarte,
aparezco en tu corazón, como si de un juego a todo o nada se tratase.

Te he cogido cariño porque no sé si me jode ser tan iguales y
necesitamos saber que alguien nos quiera de verdad y tú aún estás en ello,
llamo a tu ausencia, cuando no estás cerca,
muéstrame las posibilidades que engañan al destino.

Piensa sólo en mí, en cada latido diferente que pueda latir,
si sentir es gratuito, al menos cóbrame la felicidad que me puedas dar,
tengo celos de tu cama y almohada y de tus puertas semi-abiertas,
sigo archivando tus señales en forma de papel que expresas.

Permíteme que tú y yo huyamos y construyamos nuestro propio mundo,
donde con mis palabras edifico casas en el aire y
la mejor hipoteca de mi vida es haberte conocido,
no me importa el precio que haya que pagar, si tu corazón es mi abrigo.

©Roberto Zarco.
©www.robertozarco.com