La culpa.

Las coronarias de mi corazón
se pierden en un sigilo agrio
que moja de rojo mi pálida cara,
cayendo cual torrente loco.

¡La vida misma me la quita!
Me raspa y me corrompe
a la maldad de mal existir,
con dolores en el vientre.

Te traje al mundo triste,
triste manera de decidirlo,
Culpa no tienes tú, mi lucero,
la tengo yo por así herirte.

Ruego al brillo que cae del cielo
por ti, para consuelo mío,
culpable soy capullito mío, silente,
descubierta, constante, cruda.

Cómo hierba seca , zig zag de viento,
que la despeina a voz de un trueno.
¡Culpable yo que te traje al mundo!
botón de rosa, perdona a este cuerpo…©

 

Mi querida poetisa, me pongo de pie para aplaudis estos versos de exquisitas imágenes de refinada sensibilidad. Gracias. Besos.

 

Líneas que tienen un muy amplio espectro de enfoque.

Gracias Pequeño granito de anis por compartir tu versar.

Saludos.

 

Como siempre me dejas emocionada al leerte.
En estas letras percibo esa sensación de dolor
por traer a este mundo doloroso una criaturita indefensa,
triste de ser la culpable de que presencie la cruda
realidad. Nunca querremos que nuestro hijos vean
lo triste del mundo, sino guadarlos en una cajita de cristal,
pero la vida está llena de las dos cosas: alegrias y tristezas,
y es inevitable. Lo mejor de todo esto es que tenemos la
oportunidad de ser hijos de Dios.
Besitos a tu corazón. Osa.

 

algo mas me deja hoy su poema, en verda lo he disfrutado. un fuerte abrazo.