La chica del turbante azul.

En una ciudad, lejos de aqui,
era una chica una vez, una especie
de dama del hogar que no podia
sin ni si quiera, la mandona, nada tocar.

Era una chica muy timida, cuando
estaba con la gente, pero mas sola.
Y, de no ser por los pasteles que ella
se compraba al salir del trabajo, ella...

¡Ay!, ¿que verdad me escondio a mi ella?...
Si tan si quiera cuando ella levantaba una
mano, yo seguia el ronroneo hacia ya su aliento rosado.

 

Wao... es un sentir, esa chica...
un aliento, un secreto...
inquietante , muy inquietante...

Saludos mi buen poeta​

 

Bellos versos para un amoroso sentir. Me gustó amigo Vazquiano. Un abrazo. Paco