La belleza hecha carne

El sol ya fue a acostarse
ya cerró sus ojitos, amor
tú debes dormir, es tarde
me miras, pierdo la razón.

Y yo llamo a tu madre
para que vea la escena
la belleza hecha carne
está en nuestra nena.

Los dos nos abrazamos
y te miramos orgullosos
como Dios al haber creado
el universo, la luz de tus ojos.

Tus manos son tan pequeñas
tu piel rosada huele muy rico
es que eres la obra más perfecta
de tus padres que son primerizos.

Te doy la vida por una sonrisa
ya la compraste con un balbuceo
como si supieras que eres mi vida
me miras y ríes llevándome al cielo.

Yo estoy al sur de tu cuna
tú en el centro de mi corazón
mientras te arrullo con la luna
me miras y me das inspiración.

Te ves igual que un ángel
con tus blancas vestiduras
eres tan idéntica a tu madre
tienes su misma hermosura.

Si un día Dios creó algo mejor
seguramente lo guardo para Él
pero sin compararme al creador
hice a mi obra dulce como miel.

Puedo mirarte toda una eternidad
y así amarte feliz con mi mirada
ya tus ojos se empiezan a cerrar
está llegando justo la mañana.

La belleza se hizo carne
eres tú hija mía.

 

Wow! Te he leido tres poemas muy bellos pero esre es el más bello de los tres. Te felicito por tu niña y por el poema que ella te ha inspirado. Encantada de leerte. Saludos y Bendiciones.

 

Hermoso poema. Plena expresión de dicha paterna por el fruto de un gran amor. Enhorabuena. Un cordial saludo, Poeta.