Huir del nido

¿Ves a esa persona que sólo camina?,
él, que con las rosas se espina,
el hombre que va hacia la colina

Que sueña que aún puede ganar,
él suele imaginar que volverá a pensar,
sin miedo a su alrededor mirar

Pero él sabe que no lo puede hacer,
todo ese peso ya no lo va a poder
y a su miedo tendrá que ceder

Se rumorea que la mente ahí se engaña,
a donde vayas serás una persona extraña
y verás como te habla una araña

Por ahí hay multicolores por doquier
y sólo tú eres quien los puede ver,
sin consentimiento vas a acceder

A un lugar tan desconocido
pero del que antes ya has oído,
cuando ibas a entrar habías huido

Lo que sucede es que tenías miedo a tu suerte
o tal vez lo que pasa es que te aterra la muerte
y nunca lo aceptarás, ¡tienes dañada la mente!

No puedes salir ya, has caído en un recipiente
y hay un laberinto dentro, no eres fuerte,
aún tratas de escapar y eres un impaciente

Parece incluso que eres un estúpido
que sólo se sintió un poco lúcido,
ahora te ves como un híbrido

Has vuelto a hacer otra incursión
y hay dos mundos en colisión,
¿estás listo ya para tu destrucción?

El destino dejó marcado en su rostro
el dolor, como una sombra ante él me postro
y él mismo se daña como ningún otro

Al verme a mí, ¡soy yo, el destino!,
no puedes escapar, no puedes huir del nido,
soy lo que no has tenido y lo que has querido.

Hoy ya estamos condenados
aunque estemos separados
el uno al otro no nos olvidamos

Y si hoy mueres de dolor, te dejaré,
pero en la mañana regresaré,
que descanses nunca lo permitiré

Has entrado al momento de la descomposición,
debes ya de ir y arreglar tu dañado corazón
pues no podrás ya cumplir con tu misión

Esto no será nunca algo pasajero
y no me pongas ningún pero,
haré contigo una mezcla en el mortero

Tus cenizas vuelven a ser mi alimento
y se supone que tú deberías estar contento,
pero de tu mente borras ese momento

Te invito a que vuelvas a tus ruinas,
pues eres tú el que de eso huías
y vuelves a decir que no lo querías

Sé que estas cansado, quieres pasar página,
veo como de un ojo no puede salir una lágrima
pues yo sé algo que tú no, ¡eres una máquina!

Bienvenido a la era de la extinción,
tú eres el que hizo la fundación
y no me pidas ya una explicación