Historias secretas

Historias secretas

Piso de madera tiene su casita,
paredes de un verde que al césped imita.
Las puertas son blancas como las ventanas
por donde el sol puro cruza en las mañanas.

A dos aguas rojas el techo de tejas
permite que posen palomas parejas.
Afuera los pinos anhelan el cielo
mientras que refrescan con sombras el suelo.

Y adentro el aroma de viejas recetas
reflota recuerdos de historias secretas.
La anciana solloza mientras que cocina
al ver que su vida se corta por fina.

Solita, sin hijos, marido ni nietos,
con todos sus tiempos felices ya quietos,
presiente que vale mucho más su casa
que su ser gastado por lo que le pasa.

Cuando haya partido, seguirán erguidas
las verdes paredes, sufridas guaridas
que vieron qué causa su pena insepulta;
el piso de cedro... enigmas oculta…


Ariel Carrizo Pacheco​

 

Buenas tardes Luci, más que agradecido por tus palabras tan cálidas. Me conmueve que te conmuevan estos versos sencillos; me emociona saber que han sido tamizados por tu gran sensiblidad. ¡Te hago llegar mi afectuoso saludo!

 

Estimada Gloria, ¡qué gran generosidad emana de tus conceptos! Te lo agradezco profundamente. Es bueno saber que estos humildes versos sirvieron para dibujarse sobre tus atentas emociones. ¡Un abrazo, y hasta pronto!

 

¡Querido amigo!, más que generosas son tus palabras concentradas en el núcleo de estos versos. ¡Las agradezco de corazón! Sobre el final abierto, un tanto misterioso, puede que haya una segunda parte, partiendo de tu propuesta. Hay un trasfondo secreto que, pienso, puede dar lugar a más de una interpretación (de entrada se me ocurrió una...). ¡Un fuerte abrazo y hasta pronto!

 

¡Muchas gracias, estimada Ropittella, por dejar tu grato comentario en estas simples letras! ¡Un gran abrazo!

 

¡Gracias a ti, estimada Gloli, por tu lectura y hermosa interpretación! ¡Un cálido abrazo, y hasta pronto!:

Ariel