Hijos de la violencia (¡qué importa el género!).-

Lloran por los rincones sin rostro.

Son ricos en insultos, burlas y amenazas.

Ni una pizca de afecto en su comida fría.

La tristeza juega con el odio a mentir.

Invisibles durante mucho tiempo en grupo.

Acumulan demasiadas vivencias

sin haber roto el cascarón.

No quieren salir en televisión,

prefieren romperse en silencio.

Eligen antes a su perro que a su progenitor.

Sueñan con historias que acaban mal.

Algunas veces salen a jugar

maquillados de morado, rojo o negro.

Su cuerpo es calendario de la humillación,

sin fiestas de guardar.

Hay quien se pone gafas para que no le vean.

Rosa, Juan, Carla, Manuel, Luis, Elena,

cualquiera puede ponerle cara a la violencia.

Crecer en un ambiente así

dará frutos con espinas.

 

No se... suceden cosas tan tristes.Saludos.

 

Que difícil es florecer en ambiente tan hostil, es posible pero la realidad es más dura de lo que parece. Realmente me impactó
Saludos cordiales

 

Ayyy Lorenzo impresionan tus bellas y profundas letras. Con versos llenos de vehemencia analizas un tema cada vez más real en nuestras vidas, la violencia muestra su verdadera cara, sembrando humillación y dolor en los niños y jóvenes, el futuro se presenta violento, lleno de espinas.... Me ha encantado leerte. Besazos con admiración y cariño.

 

!Que realidad la que escribiste! Felicitaciones!