Hermosa. (Para mi esposa Lucrecia)

Eres más hermosa
que un jardín en primavera.
Hermosa como un ángel
que mis horas de sueño vela.

Eres más hermosa
que un amanecer sobre el mar.
Hermosa como el capullo
que nace en mi rosal.

Eres más hermosa
que las estrellas del cielo.
Hermosa como la perla
que adorna mi suelo.

Eres más hermosa
que un pájaro volando sobre la nube blanca.
Hermosa como la luna
con su luz tibia y clara.

Eres más hermosa
que todo lo que existe en el mundo.
Hermosa como el amor
tierno, inquieto y vagabundo.