Fin de la obra

Me juego cartas que nunca creí que jugaría, quedarme sin palabras
es imposible, porque siempre tengo algoque decir,
algún sentir que expresar, supongo que algún mar que navegar y
escasos puertos que atracar.

El árbitro pitó fuera de juego, cuando traspasé la línea del amor,
antepuse ilusiones sin querer y también la inercia por vivir día a día,
ahora sigo buscando tus llamadas perdidas que hace meses que no veo
porque tu necesidad fue saciada y sé que no contestarás.

Creo haberte visto mintiéndote una vez más, cuando te juras y
me juro a mí mismo volver a empezar, siempre quedan en entredicho
palabras que de tu boca no saldrán, por ti
tendría faltas de ortografía para no ver la jodida realidad.

Cuando la llama de la inspiración se apaga o queda intermitente,
los espectadores de tu espectácuo aplauden por haberte conocido,
quedarme sin palabras es el mejor de los delirios,
fin de la obra,
parece que nos quedamos nosotros dos solos,
el público ya parece haberse ido.

©Roberto Zarco.
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