Escuchar a un ruiseñor

Suelta tu carga,
la llevas contigo con cuidado,
por miles de años,
trastocando tu vida,
ya no corren ríos caudalosos en tu mundo vital,
una niebla espesa envuelve tu accionar,
el delirio esta en el ojo, dices y continuas el paso,
miles de peregrinos están ahí contigo con otras cargas,
te miran pasar, no los reconoces,
ni los miras,
no existen
son tan solo sombras,
accidentes en el camino,
es el peso insoportable que dobla tu espalda,
ya no existen pájaros que revoloteen en tu cielo,
espesas nubes de oxido se elevan sobre tu cabeza,
es la agonía continua en tu vida desecha,
es el camino que se pierde en pocos pasos,
de pronto te detienes al frente de un caminante,
miras su espalda sangrante,
te conmueves,
lo ayudas con su carga,
la equilibras sobre su espalda desecha,
continuas otros 100 años,
de pronto tu carga no parece tan pesada,
piensas en el caminante,
posiblemente él está en mi y yo en él,
esa idea te mantiene con vida,
apresuras el paso,
pero ahora no caminas con odio,
comienzas a escuchar a un ruiseñor,
y el sonido del viento.

 

Me encanta al idea que plantea con esa ave , se muestra un lado muy bueno y lleno de penas, encanta y entristese.
Un gusto pasar por sus letras , nos vemos , saludos y estrellas.​