Error 404: amor no encontrado

Cuando me enamoré de ti, eras casi un niño. Pequeñito, puro, con esos ojos que brillaban como si hubieras visto un helado gratis, y una sonrisa tan contagiosa que parecía que ibas a alumbrar hasta el recibo de la luz.

Eras todo amor, con un alma soñadora que juraba que iba a conquistar el mundo… aunque en ese entonces apenas podías conquistar un nivel de Mario Bros. Pero ese niño creció y, sorpresa, apareció un hombre… o al menos eso decía tu cédula. Porque lo que yo vi fue un experto en egoísmo, con la piel más fría que la nevera del colmado, diciendo mentiras con labios tan secos que ni un gloss los salva, y con una mirada que todavía juega a ser inocente… pero se le nota el “modo villano activado”.

Ya no sonríes como antes, ya no amas con esa pasión de película romántica barata. Y aquí estoy yo, deseando tener un control remoto universal para darle “rebobinar” y volver a esos días en que tus manos eran un refugio, tu corazón un hogar… y no este upgrade tuyo que parece una mala actualización: como esas apps que se actualizan y de repente ya no sirven para nada.


-Dior