Equipaje

Después de revolver el café sólo nos queda
la tristeza.
El vacío de la puerta entreabierta, ese polvo
flotando en la luz.
El desamor.
Los besos esquivos. Las ropas que nos van
quedando chicas, o grandes.
El tufo del adios.
Tu vida de ángel caído, de zapato solo; en la
calle. De sonrisa cansada.
Tu vida empujada, campeando esquinas y
cuzcos. Como Manzi.
Lágrimas y ahogos a manos llenas, ahora.
Y la noche, aquella de la Ruta del Whisky,
cuando podíamos reirnos y prometernos
compartir a Ingrid Bergman.
Cuando nos diera bola, claro.
La madrugada, cuando el sol nos sorprendió
en tu patio, conversando el Peronismo; y el
vino no alcanzó para que nos calláramos
[FONT=Arial]la boca.
[FONT=Arial]Qué hago ahora con este equipaje?, que no
[FONT=Arial]podré cargar por el anden de la vida que me
[FONT=Arial]queda.
[FONT=Arial]Qué hago con mis labios en tu frente fría, y
[FONT=Arial]con este adios que no quiero darte.
[FONT=Arial]Con esta angustia de saber que volvés a
[FONT=Arial]quedarte solo.
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[FONT=Arial]para Marce, el ángel caído.
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