Ella

Ella,
quisiera que fuera mi estrella,
Pero, queda tan lejos en el firmamento,
que en cuanto la miro, se aleja.

A ella,
la miro siempre con ojitos golositos,
aunque ella no lo sepa.

Cada vez que se va,
mi alma se quiebra,
Pues queda en blanco un lugar,
dentro de mi cabeza,
que esta siempre pensando,
en que hara mi princesa,
cuando ya no esta cerca.

Cuando vuelve,
de nuevo la miro,
y me derrito por su esencia,
y me vuelvo loquito,
por estar en su presencia,
por que ha vuelto mi lorito,
ha, vuelto mi princesa.​

 

Delicioso poema, un amor que no sabe que lo amamos, me pasó varias veces, en la última tomé valor y me propuse ir un poquito más allá, han pasado felices 16 años. Un gusto pasar por acá y leerte.

 

esa mirada de contemplar a la musa!! saludos

 

Me ha gustado, poema distendido no exento de bellos sentimientos. Un abrazo amigo Oscar. Paco.