ELLA HALLE

ELLA HALLE

Quisiera engañarte, ¡Oh, Cupido!
robar de tu aljaba las flechas.
Arrancarte así cada latido,
de tus ojos quitarte mis vendas.

Buscaré cómo juntar los mares y,
así cambiar las coordenadas.
Uniendo las orillas, de nuestras pieles,
en corrientes de esencias encadenadas.

Quebraré las agujas del tiempo y,
esparciré la arena de tus fragancias,
entre los susurros de tus vientos,
para llenar todas tus estancias.

Pues la distancia y el reloj no enfrían,
lo que el fuego arde en el alma.
Y este desespero que me hastía,
no logra saciar, ni darme calma.

Ella halle mil formas de escalarme,
con su voz me traspase ahora.
Que me da la vida al amarme y,
su entrega, todo en mí aflora.

Aramis Daram (a mi amada, junto a la escalera, entre el cielo y la tierra)

 

Amar siempre llena los espacios y reconforta el alma.
Saludos AramisDaram.

 

Así es, Acnamalas. Espacios que nada ni nadie puede llenar, sino aquella persona para la que fueron diseñados...
Saludos

 

Maravilla espléndida de trabajo excelente.
Magistral inspiración prodigiosa.

 

Gracias, Jorge, por tan inmerecidos halagos.

 

lindo poema de amor le dedicas a tu amada Aramis, que la llama del amor arda siempre en vuestros corazones y no se apague nunca. Un fuerte abrazo.

 

Gracias, Paloma, por tu reconocimiento y deseo...
Esa llama de amor arde sin consumirse, como zarza del Sinaí, siendo nuestro lugar de encuentro, tierra sagrada donde, nuestros pues desnudos, conecten entre sí, a través de la tierra fertiliza por el amor...
Saludos de nuevo...