El suero de mi nube gris

Que volver a verla fuese o fuera un sueño, que sigo dormido
con la música de Yann Tiersen y ni si quiera esto despierta mi ego,
que los ocho milímetros que nos separaron ahora son ocho mil kilómetros,
que algo mejor duerme en cada latido sentido y nadie me puede quitar lo vivido.

Que yo no expreso, ni escribo, ni siento poesía para sentirme preso,
lo hago para sentirme libre y no para vender decenas de ediciones,
que aún soy de los que piensa que atarse a alguien sin ser recíproco,
es una opción demasiado ambigua y verdaderamente falta de carencias.

Nadie pudo evitar que te emocionaras, cuando mareas altas sumergían tu cara,
y los mareos que provocabas en mi vida te hacían sentirte más alta,
pero aquí nadie es más alto que nadie, ni nadie más bajo que nadie,
el mejor escalón de uno mismo es sentirse lleno estando arriba y abajo.

A día de hoy, sigo haciendo trámites con la administración de los sentimientos,
el amor sigue corriendo a cuenta gotas y en dosis perdidas,
el suero de mi nube gris me sigue alimentando hacia otro posible encuentro,
aunque el cariño y la pasión no se inyecten por vena.

Enlace original: http://www.confechaminutoyhora.com/2011/03/el-suero-de-mi-nube-gris.html

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