El sol en la nuca

Amaneció de espaldas,
a contramano.
Con el sol en la nuca
y la mirada
prisionera aún de aquél sueño,
donde la amaba.
Se vistió a los tirones,
a las puteadas.
De tres cuartos de perfil,
como un retrato,
le devolvió el espejo
su rostro amargo.
Se lanzó a la calle,
el sol en la cara,
tal vez ése fuera el día
que la encontrara.
Tapones de punta,
como un defensa,
el día se le tiró a los pies,
las piernas juntas.

Lo abandonó el valor...

Regresó a la penumbras,
el sol en la nuca,
al menos en las sombras
aún la nombra.

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Muy buen escrito. Muy muy bueno en verdad. Me gusta la imagen de apenas despertarse y ver esa forma de encontrarse con uno mismo con cierto enojo. Está bueno.

 

muy buenas líneas las que has logrado hugoescritor, transmites bien el sentimiento que da paso a tus versos, saludos.

 

Estimado Lukas, gracias por tus conceptos. ¿ A quién no le ha ocurrido alguna vez tener que hacer un gran esfuerzo para enfrentar la rutina diaria?
Saludos
Hugo

 

Gracias por tus conceptos GarniK, eres muy amable.
Saludos y hasta la próxima.
Hugo