El segundo que deseando ser primero, fue último

Nuevamente tomo unas letras para la destrucción de mi sentido común... Porque estas no pueden tocarte, ni para el bien de los amores, ni para el mal de los pesares.
Reencontrado con tu desdén, sumo la crueldad de tu belleza y su respuesta será un eterno infinito.
Solo porque en tu teatro soy ese bufón viejo, desechable, fatuo, inicuo que se vende por las pocas migajas de tu sonrisa.
Y detrás de mi tristeza hay un sentimiento desgarrando el alma , y aunque dramática la escena, tú eres la protagonista y yo el remedo de conquistador que se debe conformar con estar en los créditos como el cretino inútilmente útil, como ese desventurado que no encuentra el paraíso de tu vida, mientras su condena es vagar detrás de los telones para hacer ecos mudos y silencios estúpidos que solo se confabulan para hacerme tu lacayo, mujer cruelmente hermosa, mujer hermosamente vil... Destructora de una imperio llamado YO