El relato de un cartel

Me la encontré fumando, cierta tarde, una luciérnaga medio muerta
entre sus labios rojos, divididos por las lágrimas que caían, de sus ojos estáticos.

Me dijo: “ten cuidado de quien te enamoras; mira que uno va por ahí
con el corazón colgando del pecho, ofreciéndolo en rebaja…

no crees que nadie quiera comprártelo, así que cuelgas al corazón
compras una botella de licor de sandía y vas arrastrando los pies
mientras las hojas hacen nudos en tus pies de lana y muselina.

Entonces, alguien, te da un tirón, alzas la vista, frente tuyo, una sonrisa
de esas que parecen ser una imitación de luna, o la luna (¿quién sabe?)
y te quedas contando los segundos en que parecía que un conejo
blanco, había encontrado la forma de meter a los monstruos en la jaula.

Te mira medio hipnotizado, como si tú fueras una estatua de cristal
a punto de volverte aire, entre el sonido de los árboles.
Te descuelga el corazón, calcula que puede pagar el precio,
te lleva de la mano, compra un helado de avellanas, lo mete en tu boca
y piensas que finalmente podrás rebotar en una cama de felpa
con la certeza de encontrar tu cabeza protegida, en el regazo de ese alguien.


Genial, todo es fabuloso, como si hubieras iniciado uno de esos cuentos cursi
en que finalmente, la princesa encuentra a su caballero de armadura de cuero.
Es más irreal cuando te muerde en el punto exacto qué solo tú conocías
y te besa, con tanta locura que pierdes el sentido más de cinco veces.

Te duermes, con la certeza de despertar a la mañana siguiente
a preparar un café, darle en la boca al susodicho
comer de la mano, hacer berrinche y todas esas patrañas,
pero al día siguiente, solo tienes resaca, una botella vacía
y la duda de si existió esa luna entre las cobijas de celofán…”

Dicho eso, le dio otra fumada a la luciérnaga,
Hizo un cartel, lo colgó en su pecho
Y se fue arrastrando la suela gastada de sus zapatillas.

La vi alejarse, mientras yo me descolgaba el cartel
de: “se busca historia idéntica para compartir”

Sara Montaño
Derechos Reservados

 

Me gustó mucho. Escribes genial. Saludos!

 

Un gran poema que leo y disfruto, hay calidad y belleza te felicito por ello y te dejo muchas estrellas
No me permiten dejarte reputación pero te lo mereces

saludos afectuosos amiga poeta