El proceso Invertido

Es tan difícil decirlo, como tan estupido escribirlo.

Nadie imagina que dentro de mi persona hay, en mi, hay en mi un enorme llanto reprimido que lo único que hace es estancarse e ir juntando dentro de mi cuerpo sentimental mas angustia.

Angustia de mi infancia, de personas que perdí, de amigos con los que me desencontre, de la maldad del mundo, de las peleas, los fracasos, lo inesperado… los golpes de la vida, en fin.

Es tan raro como loco, viven en mi dos personas diferentes. Por un lado la buena, la emprendiste, la llamativa, la que ríe y hace reír, la que ama y se hace amar; y por el otro lado, la que no se sosiega con un día de llanto, el sensible de mierda y barro que solo llora, se entristece, se deprime, detesta la vida y es incapaz de sobrellevarla. Lo increíble es que ambas conviven y que una parte de mi… le teme a la otra.

Hoy es unos de esos días en donde las anagnolisis golpean contra mí ser y me provocan sangrar, de tal manera que me he llegado a preguntar ¿Podría alguna vez acabarse? ¿Pierdo vitalidad? ¿Podría dejar de ser?

Hoy mas que nunca me he dado cuenta que no poseo nada seguro. Me he dado cuneta que el ser en mi desprecia lo mundano, lo que por ello todos luchan, lo que creen necesario para vivir, lo que creen necesario para hacer, lo que creen necesario tener… el Dinero.

Mi ser lo desprecia y lo sufre, pero la sociedad en mi lo anhela y lo necesita como una relación simbiótica sin cause alguno mas que vivir.

El dolor crece cada vez mas por, simplemente, aclarar mi mente en cuestión de sentirme mejor, de no sentirme poca cosa en una sociedad aristocrática que entendemos de manera causal que todo individuo con pode3r es más importante que el que no lo tiene. Es así como el Dinero viste de púrpura a las personas y denigra a las demás, quitándoles el sentimiento del “ser” para así imponerles el “tener” jerárquico y sistemático que nos envuelve, borrando rostros y oscureciendo el alma.

Es tan difícil para mí decir lo que siento porque a través de este manuscrito expreso mi mas estupido sentimiento de inferioridad, ya que el mismo se aferra a un hecho vació y sin interioridad alguna, como es el Tener sobre el Ser.

Me he dado cuenta que no existe nada seguro en mi vida, mucho menos mi futuro que se tambalea en esos pilares de billetes que no hacen mas que estorbar y enlenteser las cosas para muchos de nosotros…es increíble que algunos lleven un valor de vida de unos 70 mil dólares y para otros el valor de una de sus piernas suben al medio millón de dólares, ¿Acaso no poseemos todos las mismas piernas, los mismos cuerpos? ¿De dónde nació el sentido estupido de darle valor monetario a la vida, el volverla un objeto mas?

Es aquí en donde la niebla y el humo nos golpea y enceguece para así de manera engorrosa darle el precio a la vida, corrompiendo el divino proceso (divino porque va más allá de nosotros) del Ser, Hacer, Tener; invirtiéndolo y convirtiendo el Tener como Dinero, Poder y Valor, elementos que se han vuelto inherentes a la vida en sociedad que vivimos en Uruguay y en el mundo entero.

Pero eso no es todo, el capitalismo no solo nos consume, sino que también arrasa con los sueños, metas y oportunidades de muchos seres que al final del proceso Tener, se convierten en la escoria humana, los desperdicios sociales, la amenaza, o, mejor dicho vergüenza de vida por simplemente no haber podido Tener, perdiendo así todo valor de persona, concibiéndolos como desperdicios tóxicos, con quienes no se admiten ninguna relación, siendo esto, por acción invertida del ser, un signo de bajeza.

Ahora, pues bien, es el que no tiene, o el llamada “pobre” el Afortunado que no se corrompe, claro, el bien aprendido, ya que el sentimiento producido del “no Tener” genera, en personas de fortuna mediocre, sed de más y obsesión del poder, lo que lleva a problemas sociales como la inseguridad, drogas, alcoholismo. Son estos los mal aprendidos quienes son los mas pisoteados por la sociedad, que viven la humillación de ser pobres, por motivo y único responsable: los Afortunaos mal aprendidos.

Aquí nos vemos frente a la escoria de clase alta, que se vuelve escoria por el masivo desgaste de valores que han sufrido por el dinero en exceso. Ellos no prestan piedad y se creen dueños de ellos y de los demás.

Los Afortunados mal aprendidos son los reyes tiranos que disfrutan de la burla y la superioridad, convirtiéndose a si mismos, diferentes humanamente ante los demás.

Son ellos, los afortunados mal aprendidos, incapaces de valorar lo que tienen y mucho menos dar las gracias. Creadores de la inseguridad y malestares sociales, generadores de trauma de la clase baja de mente débil que solo se envician en el Tener, convirtiéndose en el efecto de los Afortunados mal aprendidos.

Creamos ahora que el mundo también es consiente del Ser y que una parte, la restante, es la bien aprendida. Pues, si bien es bien aprendida, indistintamente del poder, o mejor dicho del Tener que posean, ellos son incapaces de vivir sin el Tener, pero son consientes de su Ser agradecen lo que tienen y Son mas allá de lo que desean Tener.

El bien aprendido goza de conciencia, el mal aprendido no, por lo que desconoce lo que realmente necesita, y lo más triste de todo es que desconocen quienes realmente son.

Es importante revindicar el Ser para así reestablecer el divino proceso Ser, Hacer Y Tener. Transformándolo en un creador armonioso, llevando a la vida en sociedad a un nivel más elevado y sagrado, en donde la vida se vuelve incapaz de ser valorada en dinero, incapaz de ser corrompida, y la felicidad no sea una búsqueda.

Claro esta, la sobre valoración del Tener sobre el Ser es altamente toxica nociva, destruye la vida, mas allá de la humana, la de Todo Ser animado; corrompe también la naturaleza tomándolo todo en posesión, matando de adentro hacia fuera, sin oportunidad de apreciación y sin motivo de la misma.

Es este proceso invertido el que nos borra los rostros tal una ceguera de mente y nos destruye humanamente, volviéndolo todo contra nosotros, ¡¡¡en una ambiente Amazónico en donde rige la ley del más fuerte!!!