El poeta moribundo.

No estoy muerto,
por desgracia, pero
lo cierto
es que desearía estarlo.
Quiero saber qué se siente,
si es que en realidad
se siente algo.
Quiero que venga la muerte.
Quiero hablar con ella
cara a cara.
Quiero saber con qué criterio
se lleva a la gente,
o si hace
lo que le viene en gana.
Quiero desafiar al destino.
Quiero estropear su jugada.
Quiero ser
como un peón
intentando comer una dama.

Pero no quiero
caer en el olvido.
No quiero ser
agua pasada.
Que mi paso por este mundo
no sea sin pena
ni gloria.

No quiero
que me levanten
monumentos, ni
que me cuelguen
laureles, ni que
en mi tumba pongan
lirios ni claveles.

Simplemente
no soy uno más,
y quiero
que se me recuerde por ello.
Que quienes me hayan conocido
traten de imaginarse
un mundo sin mi,
y sean incapaces.
Que a quienes halla influido
de alguna manera, puedan
influir en otros
de la misma forma
que lo haría yo.
Que aquellas a las que halla amado
no hallan tenido
un amante igual.
Que el tiempo que pierdo
escribiendo
sirva para algo más que
para que otro pierda el tiempo
leyendo.
Que todo lo que he dicho sin pensar
sirva para que alguien empiece a hacerlo.
Que todos los éxitos que halla tenido
sean un ejemplo a seguir, y que
mis fracasos sean tomados
como circunstancias de la vida.
Que el amor,
aunque no exista,
haga un esfuerzo
por dar señales de vida.
Que tú, aunque no lo parezca
no has sido ningún fracaso, sino
mi mayor éxito.

 

Siento una dualidad en estas letras, me han gustado, pero te aseguro que habrá de amanecer. Buen desahogo. Saludos!