El mismo de siempre

El es el mismo de siempre
cuyo caminar y gestos
están estudiados para electrizar,
a las mujeres y a algunos
hombres curiosos.
Con sus nada santos
antecedentes pasionales
con los que podría recrear
un rosario completo.
Rezan las pintas.
Un caso ciertamente alucinante.
Tamaño prohombre fue,
por estar siempre en la foto
con la mejor,juntos y abrazados.

“Linda, yo nunca te voy a dejar”
-le prometía, muy azucarado-
“Tu vas a ser mi Reyna en mi palacio”.

Inédito apóstol
de infinita dimensión que,
en nombre del sacrosanto
se divierte a lo grande.
Al primer descuido,
milagrosamente mutó
y cambió de amante
antes de que cantara el sol.
No lo juzguen,no es un perfil
es solo un hombre,
mujeriego y ya alcohólico,
que escribe versos en un bar.

 

Interesante poema nos compartes. Grato leerte. Saludos cordiales.

 

Adiós morena... tendré que buscar un bar menos frecuentado, o menos conocido.