El calor de mis otoños

Todavía estoy sedienta,
el calor de mis otoños es peor que el de mis primaveras.
A mi edad, me he negado innumerables veces
a beber de aguas bravas por cautela y cobardía.
Voy reconociendo apenas mis rincones,
esos que alguien me dijo que estaban prohibidos;
los relieves que hoy los caracterizan
me parecen tan hermosos que no se por qué los escondía.
Recordando, con curiosidad, a algunos admiradores,
caigo en cuenta de que han sido en verdad muy pocos;
circunstancias de aquellos tiempos me impedían
ser osada y despreocupada como para gozar de mis amores.
Y es por eso que hoy, al pasar de las mañanas
me despierto con las ansias de querer ser degustada
por aquel que siendo lluvia ha sofocado fuegos,
fuegos como el mío que está sediento de su furia.
​

 

Versos muy apasionados y sedientos de ser correspondidos los que te han inspitado este sensual poema.
Un cálido saludo, es grato leerte.

 

Pura sed querida amiga
que llega con el otoño
aunque al parecer siempre
estuvo en ti la necesidad de beber
del agua prohibida.
Un beso y un abrazo, gracias por el regalo
de tu arte. Te dejo reputación.

 

Asi es mi estimada Alma Soñadora!
Muchisimas Gracias por pasar!!
Hasta pronto!!

 

Hola Dulcinista! Amigo, no siempre fue agua prohibida... ahora lo es.... tal vez por eso resulte mas atractivo.
Saludos y muchas gracias por tu voto!!! :::banana:::