El amor al mar y mujer que amo

El viento suave acaricia mi rostro
mientras paseo por la playa solitaria,
susurrando en mi oído palabras de amor y de esperanza,
llevando consigo el aroma del mar y la bonanza.

Las olas vienen y van, como un vaivén de emociones,
llevando con ellas los secretos demi corazón,
y en este momento, rodeada por la tranquilidad del mar,
siento mi alma vibrar con una profunda conexión.

El sol se va ocultando tras el horizonte,
pintando el cielo de tonos naranjas y rojos,
es el momento perfecto para reflexionar,
y para encontrar dentro de mi lo que he olvidado.

La brisa me envuelve con su suavidad,
acompañándome en mi soledad,
y en la playa sigo caminando,
buscando respuestas, buscando mi destino.

Y de pronto, me detengo frente al mar,
sintiendo mi corazón latir con fuerza,
y allí, en medio de la calma del mar,
empiezo a escribir el poema más hermoso y largo.

Hablo del amor y de la pasión,
de la ilusión y de la felicidad,
de la vida y de la libertad,
y de todo lo que esta playa me ha enseñado.

Pero el poema no termina aquí,
todavía queda tanto por decir,
y me entrego por completo a mi inspiración,
dejando que las palabras fluyan de mi corazón.

Así que en este momento, mi pluma es mi alma,
y mi corazón escribe con fuerza y con calma,
un poema que será recordado por siempre,
un poema que será mi legado y mi presente.

Y así, mientras el mar sigue su curso,
y la brisa sigue acariciando mi rostro,
yo sigo escribiendo con amor y con pasión,
el poema más hermoso y largo de mi corazón.