Diario 22/10

Siento que estoy cansado. Tendría que hacer más deporte, acostarme antes, limpiar la casa, ajustar mi dieta... tengo la sensación de que he sido una persona especialmente poco enérgica en comparación con las demás. Como si viviera más fatigada. En parte ha sido por miedo de enfrentarme a los demás y eso me ha convertido en alguien que pasa demasiado tiempo en su habitación. Tener esta tendencia me ha hecho muy poco deportista y comedor. Además de que desde bastante joven me empezó a gustar bastante fumar y beber. Aunque ya hace tiempo que no lo hago, sospecho que todas esas malas costumbres han empeorado todavía más mi fatiga de base. Ahora le llaman fatiga crónica, no sé si puede decirse que padezca de esa dolencia ni sé si un diagnóstico así pueda servirme para algo más que para conseguir una baja laboral, aunque lo dudo porque hace falta valer para conseguir esas cosas, y soy de los que esperan a que el dolor le sirva para mejorar mis rutinas. Espero no envejecer demasiado pronto. Si me siento así con veinte o treinta años no quiero ni imaginarme los cuarenta o los cincuenta.
Entre mis amigos solía ser el primero a marcharme a descansar a casa cuando salíamos por la noche. Y no es que luego fuera capaz de dormir. Me pasaba mucho tiempo bebiendo y fumando solo mientras intentaba leer algo y sobre todo escuchaba canciones o veía películas. No lo digo con orgullo pero fue así. Y a día de hoy intento disfrutar del máximo tiempo posible descansando en casa porque cada vez voy asumiendo que este es el cuerpo que me ha tocado habitar y aunque deba trabajarme para conseguir más energías, no puedo creer que de repente vaya a convertirme en alguien muy distinto a quien llevo siendo estos treinta años.
Últimamente estoy leyendo bastante. Ya voy por la mitad del libro que me compré ayer de Murakami: " de que hablo cuando hablo de escribir". Es increíble la diferencia entre leer en un reader o en papel. Sé que para algunas personas pueden sonar pedante pero prefiero de largo leer novelas en papel. No puedo decir que sea por el hecho de que pueda subrayar en él o si es el tacto de la hoja en la piel. Desconozco los motivos pero logro concentrarme mucho mejor con la lectura física. Admiro a aquellos que son capaces de leer en el reader con el mismo gusto. Ahorran mucho más dinero por decir una de las varias ventajas del libro electrónico, pero en mi caso el papel puede ser la diferencia de que una novela me parezca muy placentera o completamente imposible de leer.
Creo que es esta rutina de leer y escribir por las noches lo que me está llevando a soñar más. De hecho hoy María me ha dado la idea de iniciar un diario de sueño a mayores de este. Cuando era adolescente tenía uno así en un momento en el que estaba interesado en los sueños lúcidos. Ese fue también mi primer contacto con la meditación como algo en serio. Fue el momento en el que me dí cuenta de que la meditación sirve para algo. En mi caso fue algo muy importante porque pertenezco a una generación de personas que desprecian por completo la religión y la meditación fue una oportunidad de abrirse a la sabiduría que esconde, aunque sigo sin tenerme por una persona religiosa sí creo que meditar o rezar tiene múltiples ventajas para la salud y el espíritu como lo tiene la música o la escritura. De hecho, me estoy adentrando nuevamente en esto de la escritura por la sospecha de que puede ayudarme a equilibrar mi patrón del sueño. Por el momento se está alimentado el sueño y hoy he pensado que es un inicio. Al fin y al cabo no hay mucha diferencia entre soñar y dormir así que tampoco debe de haber mucha diferencia entre la ficción y dormir Este diario que escribo no es ficción aunque talvez empiece a transformarse y no pueda evitar separarlo del otro que ando escribiendo.
De camino al trabajo en coche iba dándole vueltas al sueño y al llegar un compañero me dijo que parecía dormido, no se equivocaba del todo pero ponerme a explicarle todos estos pensamientos me parecía excesivo para esa hora de la mañana y además no creo que ni él ni yo nos lo merezcamos.
Espero que con los días pueda seguir beneficiándome de la escritura para equilibrar mi sueño y pueda encontrarle un beneficio de la misma manera que en la adolescencia le encontré un beneficio a la meditación. Buenas noches.

 

Gracias otra vez por pasarte.