Despues... quizá

Ya no hay hielo ni cenizas sobre la carne abandonada.
Encontró asilo para su vieja y macilenta presencia.
Corazón forma de nube de suspiros contaminada.
Otra extranjera piel te cubre con toda tu virulencia.

Corazón mío eres un pato: común, triste, migratorio.
Ahógate en tu estanque o saca tus patitas de tus ojos,
Ave hidrofóbica ama la tierra del ganso ambulatorio.
No mires ya a la inmunda luna líquida de tus abrojos.

Soporto una mente infectada de tus desprecios que adoro.
Encomio de costumbres malignas, perversas y sutiles.
¡Mentira acude, degüella en mi pensar sonoro la verdad!
No dejes a ese eclipse lunar ir de su boca en desfile.

Cabeza tras cuerpo mi columna han quebrado amordazada.
¡Aúlla Silencio su derrumbe a la multitud de clones!
Que acoja la tierra una alforja de huesos laxos y tristes.

Sueña tranquila tus opresiones mi alma, yo ya no lloro.
Aún no hay corazón adoptado, ni pato emancipado.
No angusties pues… las vértebras siguen soportando su mundo.