Declaración No Absurda (Completa 2004)

Hola:

Sé que esta carta jamás llegará a tus manos, pero necesitaba decirte lo que me está pasando. Creo que de tanto estar a tu lado, de ti me he enamorado, y sufro por no poder decirte lo que mi corazón siente. Es que tu imagen está siempre tan latente. Debo soportar día a día tu calor cerca de mi cuerpo, y se me arruga mi alma al no poder saciar mis deseos. Deseos de que me toques, que me mimes, que me digas que me amas, que es a mi a la que esperabas.

Pero esta carta no la escribo para dedicarte un millón de palabras hermosas, sino para despedirme de esta tormenta en la que me he sumido. Hoy he descubierto que no soy yo la que tu alma enloquece... Cuando lo escuché de la voz de mis amigas, créeme me vi destruida...

Corrí a casa y me oculté entre las sombras, lloré por horas... pero no era eso lo que necesitaba pues tenía que decirme algunas cosas a la cara. Corrí de pronto a mirarme al espejo, por fin estaba frente a frente a mí misma. Me reproché el hecho de adorarte, aproveché para gritarme. Quizá hasta para preguntarme cómo llegué a amarte.

Entre gritos y llantos apareciste tú. De pronto te vi, estabas ahí mirándome a los ojos, enmudecí y creí derretirme. Tu mirada dulce logró enloquecerme y entonces te dije que me encantabas, que adoraba tu cara, tu pelo, tu todo... Te grité a la cara que me enloquecías, que te amaba como nunca pensé que te amaría... que te amaba como nunca amé a nadie.

Y ahí te quedaste, mudo, atónito, silencioso... Ni un gesto de tu cara pareció darme respuestas. Mi declaración fue absurda, frente a ella ni si quiera te movías. La rabia pareció embargarme y ya no pude controlarme, y mi puño no dudó en golpearte, en desaparecer tu imagen perfecta.

Mientras desaparecías entre sangre y vidrios rotos, te dije adiós para siempre. No he vuelto a buscarte, no he vuelto a pensarte; ya ni en sueños puedo encontrarte. Enterré tu imagen divina que parece ya no buscarme.

Este es un adiós definitivo, ni pienses en asomarte. El agua se ha llevado cada trocito de vidrio quebrado, en donde tu cara de niño lindo trató de tentarme. Ya no existes, no eres nada... te exilio de mi alma, sin derecho a regresar. Tenlo por seguro... nunca más te volveré a pensar.

Hasta Nunca.

 

Poderosas líneas Stamanxi.

Buena prosa.

Gracias por compartirla.

 

Una delaración escrita con rabia y con recelos, un placer pasar por tus letras, un abrazo