De tu mano

Ahora que no hay un torbellino de inquietud en cada preámbulo.
Ahora que el resplandor que te define se apaga
en trazos más marcados y precisos.

Ahora que me asomo menos para mirar tus rosas aturdido,
ensimismado de colores y de formas.
Todos los días las baño en el rocío y el calor de mi pecho,
y aspiro su fragancia, que no es otro tesoro
que el inmenso, suave aroma que desprendes,
atomizando el aire y envolviendo mi vida.

Ahora que nuestro amor no se disipa
en nubes de colores sublimados,
voy tallando cada esquina con esmero,
y en las volutas van creciendo ramos,
que tú vas recogiendo con fervor
de tarjetas prometidas.

Porque promesa es la luz que nos ha unido
a la abrupta tiniebla del destino,
ya dejé mi callado y tropiezo menos si te miro.
Tus ojos son ese camino al que nunca antes aguanté la mirada.
Tus ojos son mis ojos y mi sino.

 

¡La joya que encontré! No te imaginas el inmenso placer que siento al leerte hermano, siempre recuerdo tu poesía con agrado, eres de los que escriben para perpetuarse. Un abrazo fuerte.

 

Muchas gracias amigo Ángel. Un abrazo fuerte.

 

Un placer poder leer tu poema. Saludos y suerte amigo.