Contaba con el aire.

Lejos quedan ya las miradas incrédulas.
No me supuso ningún suplicio olvidar tu aroma y desgastar mis labios en otras bocas para perder el tacto de los tuyos.
Vencí toda elección y di alas a mi interés. No siempre es cansado el viaje, no siempre sedienta queda la lengua que te convence de quien quisiste ser.
Limpié mis recuerdos y purgué nuestra fecha. Desinfecté todo lo malo y resucité lo bueno para aprender de ello y no sentirme tan vulnerable al haberte hecho dueña de mi ayer.
Contaba con el aire para deshabilitar mis venas, mis arterias y mis diástoles. El aliento no falló, pero se me hizo escaso para complacer y subastar ésta asfixia.

 

vaya! no me acordaba de haber escrito esto