Aunque te has portado tan mal

Me quedé en silencio para no decir,
lo que decir no quería.
Vos que un día me querías,
y ahora me alejas,
Tal vez sea mejor que no sepas
Como me duele tu dolor.

Tal vez nada te interesa,
Respecto a mí,
más que dejar en claro tu desprecio.
De un tiempo a esta parte,
Te has hecho experta en eso.
Tal vez exagero,
Pero en realidad pienso eso.

Yo no te pago con la misma moneda.
Cuando el otro día me contaron del accidente,
Me brotó al instante esta tonta compasión,
Esta inútil pena.

Te fui a ver, y me quedé en silencio,
Para no decir sinceramente mientras sedada dormías,
Lo que despierta no me creerías.

Que nunca te deseé más que cosas buenas.
Que me duele tu dolor,
Que es onda mi pena.
Que a veces volviendo a casa,
Vencido en un tren aún sueño que me esperas.

Le pedí un florero a la enfermera,
No había más que un vaso,
sirvió igual para el caso.

Te dejé un ramo de las que siempre elegías.
Con una tarjeta que al despertar leerías.

“Ponete bien pronto
Te aprecio aún,
De veras,
Aunque te has portao´ tan mal.”

 

Este es un exelente poema....que bien cuentas la historia...con otras palabras todos vivimos algo parecido...hay mucha ternura en tus palabras aunque se haya portado tan mal la percanta.

Una abrazo.

 

Me gusta la historía bien hilvanada por el hilo conductor de tus palabras... Un abrazito...!