Aún no sé dónde ir

La tarde camina furiosa hacia el ocaso,​

las ilusiones huérfanas,​

se terminan de ahogar,​

sin vida las sorprenderá la mañana.

​

La calle se pinta de violeta,​

las personas apuran el paso,​

y hablan cosas que yo no comprendo,​

un anciano que regala una mirada,​

que podría ser la mía en estos momentos.

​

Vidriosa y atardecida en tus tiempos,​

solemne y aturdida de recuerdo,​

caminado y sin motivo,​

en el mismo lugar de siempre​

como esta esquina que acabo de cruzar.

​

Solo cambia el mendigo, ​

la hora es la misma,​

la calle se pinta de violeta,​

y el anciano que reflejo en sus ojos mi dolor,​

se marcha y camina lento,​

con su soledad en los bolsillos,​

y la mía naciendo recién.

​

Cada vez más absurdo el andar,​

¿A dónde he de ir, me pregunto?,​

cada sitio es infernal,​

cada calle un nuevo abismo,​

las personas son viles espectros,​

y me asustan ,​

son sentencias conocidas,​

son todas como TU.

​

Son cobardes, como TU,​

y están adscritas a tu ausencia.

​

Sucedáneas tuyas ,​

irrepetible Tu ,
​

en este paraíso viejo,
​

lleno de flores muertas​

¡y sombras!​

¡y calles amarillentas¡
​

y personas que me asustan.

Son sentencias conocidas.

​

Son todas como tú.

​

La calle se pinta de violeta y yo​

aun no sé dónde ir.​

 

me gusta, el fantasma de alguien que se fue y se presenta en cada persona, en cada lugar, en cada tristeza... me gusta la imagen de esa calle violeta, saludos y muy buenos versos.

 

Gracias amiga , un abrazo