Aún me pesa

Atrapado entre la finitud de los días y la infinidad del anhelo.
La esperanza, marchita,derogada, ausente.
El día a día sobrellevado en una vil rutina resignada y monótona;
inapetente, incolora, inodora, inevitable.
Los sentimientos arraigados a un pasado idílico,
las emociones a flor de piel manifestadas entre alborozos guasones,
salados y amargos mares inundando nuestras pupilas dilatadas
y versos inconclusos danzando junto a musas impacientes
en lo más recóndito de nuestro quebrantado corazón.

Todos los sueños fantásticos y placenteros invadidos por el insomnio dominante,
adlátere a mis noches frías y lluviosas,
entre verde gris y espeso blanco violáceo.

Aquí mis manos palpaban ciegamente la indiferencia del mundo ufano e inhóspito
en los tiernos días de eterna primavera.

Aquí mis labios murieron y renacieron
entre deliciosos segundos carmesí
e insípidas despedidas al filo del incalculable amanecer.

Fue justo aquí donde murieron los cánticos infantiles
de niños felices correteando risueños ante el abrazo familiar del verano.
Vi como estos crecieron siendo jóvenes radicales
con ideas futuristas y pensamientos inspiradores
mientras jugaban al gato y al ratón con las autoridades belicosas.
Patojos cerotes, de ellos entendí como el derecho es una extensión del poder del Estado
y cómo las reglas fueron creadas para desobedecerse.

A pesar de todo lo que pasó,
de alguna manera extraña y menesterosa aprendí a nadar contra la corriente
en un río de palabrería sin sentido,
promesas sin cumplir
y la justicia como una reliquia puesta en naftalina,
empolvándose en un ático olvidado desde 1944.

Aún me pesa relatar esta historia,
aún me pesa oscurecer la poesía describiendo en versos lo que hemos vivido,
aún me pesa la añoranza del pasado,
la ansiedad del presente
y la incertidumbre del futuro.
Me alegra que te hayas ido y se cumpliera tu sueño,
aunque honestamente aún me pesa.
Todos los días, aún me pesa.

Jorge Aguilar Amado



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¿El péndulo de la Historia? todas las tristezas vuelven y los espíritus impregnados también regresan, buscando la misma Justicia. Abrabesos .