Anclado en tu vida

Te alejas; como el ocaso
Extinguiendo el fulgor
Que un día me atrajo
Y me cautivo tu amor
Ese que me dejo aniquilado.


Ya entendí eso que no me decías
Que a veces pensé, soñé como pesadilla
Pero no a viva voz, si no en silencio
Extendiendo los días
Opacos y secos
Sin tu voz que me acogía.

Es hora de levantar mi corazón anclado
En el puerto de tu vida
Y me acostumbre a ti, a tu frescura
A tu boca, calamidad mía
Y el contornear de tu sombra
Esa que si tú no me veías, la atraía.

 

Creo que no hay nada mas difícil que decir adiós a lo que se ama.

 

Sentidos versos de despedida de un ayer que ya no existe y de un amor que naufragó sin remedio. Un cordial saludo. Con mis mejores deseos para tu vida hoy y siempre. Hasta pronto.

 

Bello poema de amor en el marco de una sensible y certera escritura. Un abrazo amigo Joaquín. Paco.

 

Gracias Guadalupe, un abrazo fraterno