Amando a deshoras.

Amando a deshoras.

Llego a tu tiempo
lleno de deshoras,
me acoplo a tus labios
buscando el desaire
de tu zozobra.

Eres miel que se bebe
con amargura en la garganta.

El hoy es
una pequeña flor
deshojada
en busca de lo eterno.

Y es que el viento
te toca
y te desnuda por dentro.

Ves en un instante
mil lechos de muerte,
espuma de cerrojos
en tu boca.

Y solo puedes llorar,
no hay más disfraces,
solo una colmena de abejas
anidando en tus sábanas mojadas.

¡Qué triste la espera!
Un desconcierto
de arena en la mirada,
un adiós de papel
susurrando asperezas.

En aquel árbol
me enamoré de ti,
eras bella como el silencio
y por gris que fuese mi tiempo
siempre fue azul tu mirada.

Y le pedí a Dios uno de tus besos
a la luna todas sus estrellas
al amor todos los poemas,
y al tiempo llegar ante que él.












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