alucinación

Miro através de los cristales
y veo ondas de leche en los
arrabales del valle de las sombras.
Giro mis ojos en redondo y con la
punta de mi nariz percibo olores
de sal y azufre, de viento y miel.
Y entretanto, mis pies se escapan
a la calle para pisar hojas secas
con la esperanza de recobrar
sensibilidad en sus uñas, y montarse
a lomos de águilas, cruzados de la cordura.

Entonces redescubro la belleza
que hay en los días que pasan,
en las nubes informes que forman
cortejo de alientos redomados,
que tallan el cielo con blancos
y atraen la noche sin tiempo.

 

Inteligentes versos de un poema extraordinario.

 

Gracias por tus palabras.