Al otro lado del sueño

En la oscuridad y el silencio de la noche eterna:
Recuerdo dias,
aun incandescentes.
Niña fragil,
ebria de ilusiones.
Tu eras el espejo que reflejaba mis miedos...,
imagenes distorsionadas,
palabras de hiel en los labios.
Me pierdo en este lago estatico,
donde jamas hubo, ni habra nada...
No escribire al recuerdo con olvidos.
Existen miles de razones,
para que el mar grave en la arena mi sollozo.
Melodia de angustia y desengaño.
Herida de muerte.
Perdida en una tierra esteril.
Ahora me encuentro en el infinito,
mas alla de la cordura.
Entre humo y humo de palabras,
entre trago y trago de sueños que embriagan.
Entre hojas,
desnuda...
Porque jamas dijiste nada,
que doliese mas que lo que no decias.
Porque jamas nombraste.
Me llevaste prendida de tus besos,
me sentias,
y no decias nada...
Tu indiferencia era muerte.
Un fuego alimentado por segundos rotos.
Como el pajaro que no vuela,
y se enjaula en el tiempo pasado.
No haya coraje,
y su canto se extingue...

 

Hermoso poema...
La nostalgia perfuma de grises la húmeda selva del mundo subjetivo.
Eduardo.

 

La indiferencia y el silencio de quien amamos duele más que la mayor de las heridas.
Bello y triste poema...

Y para esa otra persona: quien siente y no demuestra... no vale nada