Al borde del abismo

1- Telar laborioso invencible
atenaza el ritmo del tiempo,
la luz cósmica gotea sangrante
sobre el giro planetario se diluye,
mientras el inmenso ojo divino
ruboriza constelaciones
donde todo es y no es.
Cuando la nada respira
sin enmohecer, la faz
ignorada del nunca
reverbera en el corazón
desconocido.
2- No habrá nada que oculte tu equinoccio,
ni el fuego solar penetrará en las prisiones,
de tus manos.
3- Sean entonces renuevo de las flores
que el estoico de la espuma flagelada,
pueda deshacer mis ojos ciegos
consumiendo tus desconocidos silencios.

 

Bellos versos, querido amigo...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

 

Me honra querida amiga, que te haya gustado mi poema. Tus palabras alentadoras son invalorables. Abrazo agradecido...Julius