A una jóven hermosa

Después de tanto caminar
sobre una tierra rocosa
vi a una joven hermosa
sin ánimo de continuar
ya se quería desganar
con una inclemente sed
yo actué con mi sensatez
al escuchar tanto clamor
¡tengo que hacer el favor!
porque está a mi merced.


Un milagro repentino
será la única salida
para salvar a esa vida
que estaba en el camino
salí como un remolino
buscando una solución
por la gentil estimación
que yo sentía por ella
vi el celaje de sus huellas
entrando a mi corazón..


Una pequeña sonrisa
se deslizó por sus labios
buscando un regazo sabio
que le dejaba la brisa
aquella tarde rojiza
que se volvía penumbra
porque ya nada alumbra
en aquel lugar solitario
solo su escapulario
dejará que no sucumba.


Ya viene la luna llena
con su tierno colorido
a refrescar los latidos
con perfume de azucena
a esa linda morena
que vuelve a mirar el cielo
rebosada de consuelo
ella quiere ir a misa
porque siempre le simpatiza
sobre su rostro un velo.


Al despuntar la aurora
de aquel hermoso día
todo era armonía
en el verdor de la flora
su línea alentadora
se fue llenando de valor
con la luz de su esplendor
y la visita piadosa
de miles de mariposas
le revivieron el amor.

 

Maravilla excelente de poesía suprema.

 

Soberbia tarea excelente.