A las seis

Se sienta en el patio de la prisión
hace treinta años que el llegó,
¿Vinieron? Pregunta mirando la puerta
no, es siempre la misma respuesta.

Ni la nieve, ni la lluvia lo aleja
siempre está mirando la puerta,
abuelo ¿Esperas a tu familia?
sí, sonríe, quizás vengan hoy día.

Se queda hasta las seis
pero nadie vino a verlo otra vez,
sonríe, y se dice, la próxima será
y llega el Domingo y vuelve a esperar.

Domingo 7, Don Rémulo espera
de pronto sonríe al mirar la puerta,
su esposa y sus hijos están aquí
los besa y abraza, está tan feliz.

- Oye Juan, Don Rémulo se volvió loco,
mira está abrazando el aire y habla solo
- Déjalo, él sabe por qué está así,
parece que lo visitaron por fin.

- Pero si no hay nadie
- Están sus familiares
- Creo que el loco es otro
- Es que solo lo ven sus ojos.

Hace 30 años un accidente
trágico, causó siete muertes,
el conductor estaba ebrio
- Espera ¿Era Don Rémulo?.

- Sí, ahora cumple 2 condenas
la del juez y la de sus penas,
por eso nunca nadie lo visitó
en el accidente su familia murió.

- Ahora entiendo, está alucinando,
tal vez los ve pues se ha perdonado,
- Quien sabe, al menos está feliz
- Pues no puedo negarte que sí.

Mientras tanto en el patio
Don Rémulo ha sido visitado.

 

Versos soberbios y admirables de espléndida creación divina.
Jorge Lemoine y Bosshardt, "Estrella Máxima" de Mundo Poesía.

 

Una triste y penosa historia nos deja tu poema. La soledad, el abandono y la culpabilidad, creo que hace no ver la realidad, lo auténtico, tal vez así sea mucho más llevadero.

Un abrazo.