A la osadía de seguir aquí...

Hoy es buen día para ceder,
y en esta maraña de penas
cultivadas en mi cabeza
no hay verde alguno.

Unas hormigas se llevarán esta insípida esperanza,
y en sueño embriagante llegaré lentamente
al génesis del dolor. Nacer.

A esta llegada una sonrisa.

Me he dado a la tarea de disfrutar
la insolente tristeza,
a la burla del respirar sin vivir.

Hoy el día se presta para partir,
para cubrir de ocre tierra
la osadía de seguir latiendo un corazón tan cansado,
desgarrado y esperando un eterno descanso,
unas vacaciones sin fin...

Hoy es buen día para partir.

 

Poco mas que agridulce para mi, he de decirte, sin espernza pero como con algo de fuerza, hoy es un buen día para partir, la decisión de un suicida para mi. Me encanto tu poema. Nos estamos leyendo.

 

Escasea la esperanza hoy, le he esperado todo el día... se me ha extraviado.

 

Nunca es buen día para partir con rumbo al olvido.

Gracias por las letras, pero lánzate a la esperanza, es siempre más dulce la espera con ese don.

Gracias por las letras, tan perfectas como preciosas.