A la espera:

A la espera:
Es un dia de lluvia, el sonido del agua golpeando la ventana me llama a atravesarla con la mirada.
Bajo mis pies de la cama, el frio suelo se apodera de una sensacion malhumorada.
Camino hacia el cristal empañado, y hacia afuera dirijo mi mirada, puedo ver un camino largo, por donde cruza una considerable corriente de agua lluvia, que arrastra las hojas que el viento le ha despojado a algun que otro arbol, algunas ramitas aun con sus hojitas verdes, llenas de vida y entregandose sin mas remedio a la corriente.
Veo personas que corren de un lado al otro, desfiles de prendas y colores deacuerdo a la estacion que se presenta.
La gente parece desesperarse, por tomar el bus, cruzar antes que el semaforo cambie, levantan en brazos a sus bebes y corren para refugiarse bajo algun techito seguro, esperando con pasciencia a que se haga mas amena la carga.
Veo como el transito se vuelve de tranquilo a pesado, de pesado a tranquilo y asi sucesivamente, busco y busco con mis ojos recorriendo cada segmento de calle un rostro familiar, pero mas me interesa el de ese ser que atravez ya sea del sol o del agua se ve tan bello e indescriptible.
Me puede la curiosidad cada vez que veo a alguien similar, y mis labios se sienten entreabrir y empañan lo que quedaba lucido del cristal.
Mis manos apoyo en la ventana y la humedad las dibuja y deja estampadas cual guellas digitales, mis lagrimas comienzan a bortar, al recordar tu promesa de que algun dia irias a regresar, recorren mi mejilla hasta mi cuello, se bifurcan en mi garganta, caen en un basto plano de mi mano atormentada, y se junta con la lluvia que se hace cada vez mas fuerte, para lograr que me de cuenta al fin de que una mentira fue lo unico que recibi.
Me alejo del cristal, para volver a hecharme a descansar, subo nuevamente los pies a mi cama, me cubro con una manta de lana calada, que atravez de ella se puede vichar, que la lluvia quizas afuera pueda parar, pero tambien se puede entender que la tormenta interna de mi ser, quizas nunca llegue al final.
Vuelven mis ojos al cerrar.

 

Laura exquisita prosa nos regalas ha sido un placer detenerme en tus versos y dejar un abrazo de colores,