Una vida de lecciones y morir con bendiciones.
Cogí la goma, borrando el poema con destreza. Borré tu nombre, llorando. Intenté de mi cabeza separarte, fracasando.
Envuelta en un agujero negro me dejaste el alma. Te fuiste al oir un te quiero. Me queda la mente en calma y un recuerdo de febrero
Volando pasan cerca de ti. Los ves con pena, al no poder seguirlos. ¡Pobre canario en jaula!
La prueba, test de inteligencia, fué bien, y que tonto fuí, en cambio, al perderte, Amor mío.
Cae lluvia en la Tierra, suben Almas a los Cielos.
Dios ven a mí, visíta- me, ilumina mí ca- mino; después de muerto quiero el mundanal ruido del infierno.
Lloré al irte, muchacha. Me quedan ojos secos y muchos besos tuyos.